Introducción al budismo

$ 250.000

La raíz de todo nuestro sufrimiento y nuestros problemas viene de no percibir la naturaleza de los fenómenos, ya que los distorsionamos a través de estados mentales equivocados y aflictivos. Si lográramos conectarnos con la realidad de forma desnuda, podríamos darnos cuenta de que ella en efecto existe, pero que existe de un modo distinto a como creíamos. Lograr ese estado es la esencia de desarrollar la sabiduría de la vacuidad.

Facilitador: Felipe Ángel
Modalidad: presencial
Horario: domingos de 4 a 6 pm
Fechas: 10, 17, 24 de marzo, 7, 14 y 21 de abril
Donación: $250.000

Descripción

Descubriendo el budismo: Sabiduría de la vacuidad

La raíz de todo nuestro sufrimiento y nuestros problemas viene de no percibir la naturaleza de los fenómenos, ya que los distorsionamos a través de estados mentales equivocados y aflictivos. Si lográramos conectarnos con la realidad de forma desnuda, podríamos darnos cuenta de que ella en efecto existe, pero que existe de un modo distinto a como creíamos. Lograr ese estado es la esencia de desarrollar la sabiduría de la vacuidad.

Vacuidad, que en Sánscrito se dice shunyata, y en tibetano tonpanyi, puede ser un término engañoso. Este concepto no plantea que las cosas carezcan de importancia o que no existan: lo que señala es más bien que todas las cosas carecen de la posibilidad de existir de forma independiente y sustancial, ya que todas son el producto de procesos de interdependencia. En este curso explicaremos estas ideas, para poder comenzar a acercarnos a su significado.

Como dijo Lama Yeshe alguna vez: “Nosotros no aceptamos lo que somos. Siempre estamos tratando de cubrirnos con cobijas gruesas y luego decimos ‘este soy yo’.  Escondemos nuestra propia realidad y huimos de nuestra belleza natural, rechazándola por completo. Al no poder tocar la realidad, nuestra vida contemporánea se vuelve muy complicada, y nuestras supersticiones crean problemas. Somos como arañas tejiendo redes, trepándonos y cayendo, trepándonos y cayendo, una y otra vez: de modo semejante a ellas, nosotros construimos la red de nuestros conceptos e ideas, construimos un modo de vida que es muy complicado, que no está en contacto con la realidad, y es muy difícil vivir en medio de eso. Estas construcciones surgen de nuestra propia mente, no vienen de ningún otro lugar.”