La impermanencia

Bienvenidos al nuevo Blog del Centro de Meditación Budista Yamantaka, espacio donde publicaremos noticias, contenidos, boletines y otras cosas de interés. En esta primera entrada Thubten Marpa nos habla sobre la impermanencia:

Monjes, hay cuatro cosas que son atractivas, que son elegidas, que son consideradas valiosas, placenteras, y que son altamente apreciadas por todos: la salud, la juventud, la prosperidad y la vida”. Pero, “la buena salud es impermanente, se termina con la enfermedad. La juventud no dura, se termina con la vejez. La prosperidad es impermanente, se termina con su declinar. Y la vida, de igual modo, tampoco dura, se termina con la muerte”.

Sutra de la impermanencia – Anityata Sutra

La palabra impermanencia se refiere al cambio, significa que algo es provisional, temporal perecedero. No es lo mismo que muerte, pero la van muy bien juntas: impermanencia y muerte.

Buda enseñó que todos los fenómenos compuestos son impermanentes. Los fenómenos compuestos tienen partes y fueron creados. Tu teléfono celular es compuesto por partes y como tal temporal y perecedero; también las personas están compuestas por partes y son impermanentes. Una relación amorosa es compuesta, vive cambiando y es temporal. Un pensamiento –conjunto de palabras- cambia, es pasajero.

Otro elemento de la impermanencia es el deterioro, tan pronto se crea algo este comienza a desajustarse, a declinar. No empiezas a envejecer a los 40, siempre has estado envejeciendo. Cada vela de tu cumpleaños indica que te queda un año menos de vida –de pronto menos-.

También se tiene la impermanencia sutil o momentánea. Todo momento es impermanente, pasa y desaparece. Si eres capaz de mirar esos momentos –instantes- de tu vida, te quedas sin nada.

Y con respecto a la muerte, podemos verla como un hecho o como un proceso. El abuelo se murió (es un hecho) pero desde que nació siempre estuvo muriéndose, cambiando (proceso). Nunca fue igual, siempre estuvo cambiando –y muriendo- pero tal vez no se dio cuenta.

Concluyamos:

“Si uno sabe que todo es impermanente no se apega, y si uno no se apega, no piensa en términos de tener o perder. En consecuencia, se vive a plenitud”.

Dzongsar Jamyang Khyentse. “¿Cómo saber si no eres budista?”